La sugestibilidad es la capacidad de los niños para aceptar la información recibida después del acontecimiento y que se incorpora a su memoria de los recuerdos (Ceci y Bruck, 1995). Se puede caer en la trampa de la sugestión para lograr obtener la información que contiene el niño y es muy peligroso porque la forma en que se toma la declaración puede provocar la contaminación del relato del menor. La sugestibilidad no sólo es cosa de niños ya que también existe en la obtención de testimonios de adultos, existe un falso pensamiento por el que se cree que son más inexactos y sugestionables los testimonios de los niños (Alonso-Quecuty, 1993).
Otros autores como González (2015) explica que los menores de edad son más influenciables que los mayores y que los niños tienden al conformismo, sin embargo, otros como Goodman y Quas (1997) señalan que en su investigación no hay muestras de ser sugestionables los niños de entre cinco y siete años tras someterse a un examen médico. Pero no son las únicas vertientes sobre si los menores de edad son más o menos sugestionables ya que Carrasco (2012) indica que los niños no son sugestionables ni mentirosos, los niños contestan a las peticiones ambientales y a sus exigencias psicológicas. Todos estos criterios no significan que los testimonios de los niños no sean fiables y exactos sino que una de las mayores amenazas a la fiabilidad del recuerdo infantil es la sugestibilidad del niño.
Ahora se verán algunas causas que hacen que un niño sea más sugestionable, Wilson y Powell (2001) señalan que los niños suelen ser más sugestionables cuyo tienen ausencia de experiencia o raciocinio, su memoria está menos desarrollada o tiene un alto anhelo de complacer y Ceci, Ross y Toglia (1987) dicen que los niños cuánto menos edad tengan, más vulnerables son a la información falsa por su propensión a lo que quieren los adultos.
Autores como Loftus y Doyle (1992) dan unos indicadores para la vulnerabilidad de los niños que son cuánto menos años tienen, si sienten intimidación, si la sugerencia es muy frecuente, si unas cuántas personas realizan una idéntica sugerencia, así como si se les pregunta por hechos vividos en el pasado.
Seguidamente, se hará una comparación de cómo afecta un hecho según las características que lo han provocado para ver cuyo resisten mejor o peor a la sugestión, Ceci y Bruck (1995) nos da las claves explicando que un niño es más sugestionable si:
· La situación ha sido poco estresante.
· Fue un simple observador de la situación.
· Cuyo se le pregunta por detalles secundarios.
· Cuyo habla de situaciones que no está relacionada con el hecho.
Sin embargo, un niño es menos sugestionable si:
· La situación ha sido altamente estresante.
· Fue un participante en el hecho.
· Cuyo se pregunta por detalles principales.
· Cuyo se habla de situaciones que si están relacionadas con el hecho.
Esta comparación da lugar a ver ya no las causas de la sugestibilidad en niños sino también las causas de rechazo a la sugestión. Cohen y Harnick (1980) exponen que el rechazo a la sugerencia se incrementa cuántos más años tienen y realizan una investigación en la que los menores de 9 años son más propensos y están más de acuerdo con las sugerencias falsas que los menores de 12 años. Alonso-Quecuty (1993) señala que la sugestibilidad afecta más a los menores si les interroga sobre hechos que no han vivido que si se les pregunta sesgadamente sobre hechos que si han vivido.
Se puede concluir que un niño puede ser sugestionado pero la sugestión no invalida el testimonio de los niños aunque sí implica la carga de fijar que la información que se obtiene en la entrevista no ha sido contaminada por preguntas y datos que si son sugestivas (Carrasco, 2012).