Existen diferentes técnicas y procedimientos específicos para la obtención de declaraciones con menores (Arce, Novo y Alfaro, 2000) y la mejor técnica para entrevistar a un menor será la que permita sacar el máximo de información sin intervenir en los recuerdos del menor de edad (Manzanero, 2010).
Aunque la Entrevista Cognitiva de Memon y Köehnken (1992) es muy útil, para algunos autores no es aconsejable que la empleen en las entrevistas con los niños (Saywitz, Geiselman y Bornstein, 1992; Manzanero, 2010). Sin embargo, algunos procedimientos sí son recomendables aunque habría que limitar el uso de variar el orden o la perspectiva porque podrían crear más recuerdos (Manzanero, 2008).
Las entrevistas por su grado de estructuración pueden ser de tres tipos:
· Entrevista estructurada en la que existe un guion establecido para el entrevistador.
· Entrevista semiestructurada en la que existe un guion, pero hay libertad para el entrevistador. Esto se hace paro no arriesgarse a olvidarse durante la entrevista de los objetivos reales de la entrevista ni de provocar ausencia de flexibilidad.
· Entrevista libre en la que el entrevistador formula preguntas abiertas.
Garrido y González (2017) dice que la entrevista semiestructurada a personas vulnerables consta de siete fases. Siendo las siguientes: