Se continuará el estudio viendo el concepto de entrevista y qué tipo es el idóneo para obtener un testimonio infantil ya que todas las entrevistas son distintas pero las virtudes de un buen entrevistador son las mismas.
La primera virtud del entrevistador será la flexibilidad en el empleo de la técnica (González, 2015) debido a que las condiciones para realizar una entrevista serán distintas y se deberá adaptar a las circunstancias de cada caso. Es importante recalcar que una entrevista con menores tiene innumerables diferencias características de una entrevista realizada a un adulto (Carrasco, 2012).
La entrevista como cualquier otra técnica, habilidad o destreza, en el ámbito de la investigación criminal requiere de formación y entrenamiento para evitar la contaminación y destrucción de los testimonios por el investigador y su influencia perniciosa (González, 2015). La falta de formación se halla igualmente en la metodología del uso de estrategias que hacen posibles la contaminación (Hritz, Royer, Helm, Burd, Ojeda y Ceci, 2015).
La ausencia de formación se encuentra en diversas formas como preguntas que sean sugestivas o capciosas, usar de modo no correcto los test proyectivos o muñecos sanatómicos, reiteración de idénticas preguntas, empleo de entrevistas de estilos directivos (Muñoz et al., 2016).
En cuanto al nivel de especialización existen distintos niveles que van desde el nivel más bajo hasta más alto grado que son desde el agente de policía genérica, fiscales o jueces, pasando por agentes de policía judicial o psicólogos sin preparación, hasta los niveles más altos de especialización como agentes de policía judicial y psicólogos con preparación específica. Estos agentes deben contar con una base de habilidades básicas en la entrevista que son las de empatizar, parafrasear, resumir, concretar, preguntar y clarificar (Van-der Hofstadt, 2005).
Según se aumente el nivel de exigencia, deben aumentar sus habilidades como el manejo de estados emocionales alterados o afrontamiento de críticas ya que los especialistas encargados de escenarios muy complejos requieren del empleo estratégico de técnicas de entrevista o comunicación muy específica (González, 2015). Los especialistas actuarán en declaraciones de menores de edad o discapacidad intelectual grave, negociación en toma de rehenes o interrogatorios de criminales peligrosos.
Este trabajo se centrará en las entrevistas a niños para obtener el relato con la base de narración libre porque busca la calidad de los testimonios infantiles y no la cantidad debido a que el formato interrogativo produce una internalización de la información debido a una aparición de una mayor cantidad de información idiosincrática y alusiones a procesos mentales (Johnson y Raye, 1981).
Esto se debe a que la introducción de información que no proviene del suceso original supone que las huellas de memoria de los sujetos se alejen de las huellas originales (Manzanero, 2008).
Igualmente, con el formato interrogativo se contamina los recuerdos ya que las preguntas específicas y cerradas se transforman en tendenciosas que dan lugar a contestaciones poco fiables por la sugestión (Young, Davidson y Gross, 2010).
Existen numerosas técnicas de entrevista para obtener el testimonio de un niño y la mayoría parten de un mismo fundamento que son suprimir preguntas sugestivas o directivas y factores que dificulten obtener el testimonio un niño (Juárez, 2005). A continuación, se realiza una tabla con ejemplos de técnicas de entrevista para niños y adultos.
Para estar en condiciones de analizar y distinguir que método de entrevista es el idóneo para usar con un niño hay que tener una base de conocimiento y González (2015) explica unas directrices para realizar una buena entrevista a un menor de edad:
· Finalidad: obtener declaraciones lo más completas y exactas posible, reduciendo el trauma de los entrevistados y protegiendo sus derechos. Garrido y González (2017) dicen que la finalidad es que el menor hable sobre dónde, qué, con qué o cuándo alguien ha hecho algo.
· Quién realiza entrevista: como norma general el que tenga más experiencia en la preservación de la escena mental del crimen.
· Cuántas personas intervienen: como norma general una persona es la que interviene con el menor aunque haya dos entrevistadores. Escuchará primero y escribirá después y podrá auxiliarse del segundo entrevistador situado fuera del campo visual de la persona entrevistada que escribirá.
· Dónde se realiza entrevista: lo ideal en espacios equipados específicamente para los fines de la entrevista o lugar dónde los entrevistados se sientan confortados.
· Cuándo realizar entrevista: cuánto antes posible aunque se facilitará testimonio en las mejores condiciones posibles de aseo personal o estado emocional.
· Medios técnicos: los suficientes para el registro completo de lo manifestado.
· Cómo se entrevista: propiciar recuerdo profundo, facilitar que se comunique lo máximo que consiga recordar y registrar fielmente todo lo que se diga.
· Evitar: interrumpir cuando relatan algo, transmitir prisa, afán de protagonismo del entrevistador, lenguaje inapropiado, demasiada frecuencia de preguntas específicas o cerradas, expresiones no neutrales o sugerentes.
Ante la dificultad de llevar a cabo una entrevista de calidad a un menor de edad por las complicaciones que supone, se crean protocolos de entrevista debido a que el uso de una técnica específica de entrevista logra declaraciones sin sesgos, reduciendo su impacto negativo en el menor así como la reducción de entrevistas repetidas (La Rooy et al., 2010).
En los últimos tiempos tuvo mucho éxito la técnica de la Entrevista Cognitiva que es el “procedimiento de toma de declaración dirigido a la obtención de información cuantitativa y cualitativamente superior a la que es posible obtener mediante entrevistas estándar” (Campos y Alonso-Quecuty, 1998; Geiselman y Fisher, 1994; Manzanero, 2008) pero es una técnica que no se recomienda para entrevistas con niños tras evolucionar la técnica de narración libre. La Entrevista Cognitiva es el inicio de los protocolos específicos para la narración libre y en esta técnica se pueden distinguir tres pasos que Memon y Köehnken (1992) dicen que son crear un ambiente propicio, recuerdo libre y aplicación de técnicas de recuperación de memoria.
Posteriormente comienza a evolucionar la técnica dando paso a otros protocolos como la Entrevista Forense que también se dividió en tres fases. La primera es la llamada “instrucciones o rapport”, la segunda es la fase llamada “obtención del relato o sustantiva” y la tercera es la fase llamada “cierre” (Lamb, Orbach, Hershkowitz, Esplin y Horowitz, 2007; Wakefield, 2006). González et al., (2013) posteriormente ideó la Entrevista Semiestructura que se basaba en el Protocolo NICHD y también apareció la Entrevista Forense en cuatro fases con fase introductoria, transición, sustantiva u obtención del relato y cierre. A continuación, se verán un breve resumen de las distintas técnicas de entrevista sin profundizar en qué consiste cada etapa ya que se verá posteriormente.